Actualmente, la compañía distribuye el tapón de corcho a más de 300 bodegas de todo el mundo. La firma gestiona de forma natural las fincas de alcornoques de las que extrae el corcho
Espadán Corks se alzó con una de las siete distinciones del certamen Empresa del año de Mediterráneo. La firma fundada en Altura en 1990 fue reconocida en la categoría de Medio Ambiente y Compromiso Social por un jurado que mostró su admiración por la política medioambiental que desarrolla desde sus inicios.
“Somos muy exigentes en la protección y el cuidado del medio ambiente. Ello nos permite que todos los artículos utilizados sean alimentarios.
Los productos para el cuidado de nuestros bosques son extractos vegetales autorizados en agricultura ecológica y los utilizados para el control de plagas respetan al animal y su ambiente”, destacan fuentes de la firma. Además, también es destacable que todos sus residuos son gestionados por una planta de reciclaje, dando prioridad a la sostenibilidad y a la calidad de sus productos como mejor característica.
Otro de los factores de su éxito se debe a que desde 2011 desarrollaron un sistema de catas unitarias en colaboración con Ainia, Aidima y los laboratorios Vitec, Excell, Laymatec, junto a la facultad de Enología de la Universitat Politècnica de Valencia. “Fruto de ello hemos implantado tratamientos de desodorización, para no alterar los vinos, con oxidación avanzada con ozono, etanol y peróxido de hidrógeno. Y también estamos investigando con la detección de moléculas químicas aromáticas mediante infrarrojos y ultrasonidos” destacan.
En la Comunitat Valenciana se extraen los alcornoques desde el siglo XIX, cuyo núcleo productivo se encuentra en Eslida. En Espadán Corks, desde esa época, ya que actualmente suma cuatro generaciones, se dedican “a la gestión de estos bosques”, destacan fuentes de la firma. El salto cuantitativo se produjo en 2006, cuando “se pasó de comercializar el tapón de corcho a cuatro distribuidores mayoristas a venderlo directamente a más de 300 bodegas”.
“La mayoría de nuestro corcho proviene de fincas en propiedad, en el parque natural de la Serra d’Espadà, contando con el certificado FSC, con la marca denominación de origen Parques Naturales de la CV”, agregan.
Por otro lado, los trabajos tanto en bosque como en la elaboración de tapones requieren personal adecuado, dado que son trabajos muy artesanales, y es por ello que “nuestros trabajadores son fundamentales para mantener la evolución industrial con el respeto a lo natural”.
Finalmente, entre las principales inversiones de los últimos años de la compañía castellonense está la construcción de un muelle de carga y cubierta de almacenaje para exportación de subproductos; la instalación de procesos de control de densidad y humedad en todos los tapones; la implantación de una trazabilidad informatizada; y la fabricación de una caldera de pellets para los procesos de oxidación avanzada (necesita 65SDgr), así evita el gasto de gasoil y neutraliza aromas negativos en los tapones, lo que supone «una garantía para el vino».
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