Es interesante ver cómo las tradiciones y las técnicas antiguas se han mantenido a lo largo de los años.

Hacer sobrasadas y butifarrones es un arte culinario que implica mucho conocimiento y dedicación, después, a través del tiempo tuvieron que hacer hamburguesas, salchichas y paté porque la gente demandaba más cosas, y despacito, despacito con 40 años han tenido tiempo de ganarse un nombre...

La base es hacerlo natural sin complicarte con aditivos ni nada, la gente no cocina en su casa cuando hace la comida con aditivos y su cocina esa buena, no necesita añadirles cosas raras..

Cas Sereno a lo largo de los años, ha evolucionado para adaptarse a las demandas de los clientes.

La transición a productos como hamburguesas, salchichas y paté refleja una evolución en la oferta y un enfoque en la satisfacción del cliente.

Contribuyendo seguramente a la lealtad que pueden desarrollar hacia su negocio, esto siempre implica que un producto será un poco más caro pero también se nota cuando te lo comes, un producto es caro cuando te cobran por una calidad inexistente.

Es cierto que los productos de calidad suelen tener un precio más alto, como bien dice Dom Tomeu, la diferencia se nota en el sabor y en la experiencia.

Cuando se hace un esfuerzo para ofrecer alimentos sin aditivos y con ingredientes frescos, el valor se refleja en el producto final.

Los clientes que aprecian la buena comida están dispuestos a pagar un poco más por algo auténtico y bien hecho.

Muchas veces, un producto más caro puede ser una inversión en un alimento que aporta más beneficios a la salud y al paladar, mientras que lo barato puede llevar a decepciones en calidad.

La honestidad en el comercio y la transparencia sobre lo que se está ofreciendo realmente marcan la diferencia y ayudan a construir una relación de confianza con los clientes.